Él, es mi vida,
La tardía ensoñación de mis deseos,
El amor es tan cobarde que nos vuelve valientes,
Y me hizo pecar con tan solo el primer beso,
Puedo arriesgarme a decir que es la tinta de todos mis versos,
Y que cada noche antes de dormir pido a Dios por su cuerpo,
Pasan las noches, pasan los días y aún recuerdo el sonido de su voz,
Completamente tenue a lo lejos,
Yo soy su sombra y él es mi vida,
Lo siento aquí dentro, nadie vive de amor, pero yo por él muero,
Estoy drogada, perdida, inquieta, loca,
Completamente desquiciada y lo amo,
Más de lo que me podría llegar a amar a mí,
no existe nadie más en el mundo, porque mis ojos solo lo buscan a él,
se escucha irónico y hasta estúpido,
pero lo busco en cada escusa, mentira, sueño,
lo llevo de la mano a mundos desconocidos,
lo invito a perderse en mis besos,
y cuando despierto, abrumada por el dolor no encuentro la salida de escape
y lo busco a lo lejos,
¿Dónde estás? ¿Dónde estás?
pero siempre todo era un sueño,
Y él me regresa a casa, a eso que le llama hogar,
Pero me lo decía el viento, que a cualquier lugar que vaya
Mi hogar estaba escrito en su nombre, él era mi lugar seguro,
Así que lo invite a que me permita amarlo, y él dijo que si,
Pasaron noches y días y yo lo seguía amando,
Salga la luna o el sol, se pasee la primavera o cayera el otoño,
Aùn al escuchar su nombre lo extraño,
Porque él es mi hombre, y yo soy su esposa,
Salga la luna o el sol, se pasee la primavera o cayera el otoño,
Vivo perdida entre sus cabellos en cada despertar,
Nunca terminare de escribir suficientes versos para el color de su cabello, pues ni la noche más profunda, es tan bella como el negro coloreado en esas fibras oscuras que nacen una a una de tu cuerpo,
Las estrellas deben vivir envidiosas, celopatas, pues solo yo puedo contemplar aquello,
Nunca sabré como ocurrió, si fue en cada despedida o en el frenesí de su cuerpo,
Pero me obsesione con él, y viviré escribiendo canciones del amor que por ti siento.