Cambiemos de tema;
no hablemos de nosotros,
que mañana no seremos
más que una suave brisa.
Cambiemos de tema;
no hablemos de otra gente
que comparte esta esencia,
y lo hace como puede.
Cambiemos de tema;
no hablemos de esta casa,
porción de roca estancada
contra el aire que discurre.
Cambiemos de tema;
no hablemos del viejo pino
que medita solitario
en la privacidad del jardín nuestro.
Cambiemos de tema;
no hablemos de este perro
que no ve desvelo alguno
en vanas cavilaciones.
Cambiemos de tema;
no hablemos de estas letras,
ilusión de un ancla firme
en la corriente del mundo.
Cambiemos de tema:
hablemos del amor,
la gente,
los pueblos,
los bosques,
los animales,
la poesía...
la vida.