Los ojos vieron sus hojas
y acariciaron las flores;
con su olfato, sintió olores,
que emanaban flores rojas.
Y abundan las paradojas
si miras solo matices
si nunca, nunca desdices
las cosas superficiales
mirando cosas triviales
sin ir hasta las raíces.
Hay árboles que desnudan,
sus ramas cada verano.
Las hojas vuelan al llano
y al otoño lo saludan.
Los árboles siempre mudan
sus hojas, también el fruto,
sea grande o diminuto,
así es la naturaleza
que con toda su fineza
nos regala su tributo.
Y el viento con fuerza sopla
pero el árbol se sostiene
aunque el viento lo cercene
si a los vientos bien se acopla.
Y si el viento más resopla
volarán las codornices
y las hojas con deslices.
Pero el árbol vivirá
porque nunca caerá
si están hondas sus raíces.