Haz Ámbar

Mi amor ya cuándo ahora...

Mi amor ya cuándo ahora que no hay ni esperanza de perderme en tus ojos, en tu cuerpo sagrado donde me encuentro yo a salvo de este mundo asesino como un impulso salvaje. Hoy yo estoy jodido por tenerte tan lejos, y ayer fue lo mismo... Por tenerte ganada a ver cuando hablamos por fin cara a cara. Quiero follarte por delante, por detrás, desde todos los ángulos. Perdón que suene macabro... Quiero llenarte de besos allí hasta donde nunca nadie ha llegado, surcar tus océanos al timón de mi barco; perdición si fracaso y te fallo... Perdición para mí si tú ya no estás ni siquiera en mi alma donde siempre estuviste porque es tu lugar, el mío en la tuya, el nuestro en común... ¿Pero cuándo me ayudas? Si es que yo te dedico toda mi poesía, te doy mi corazón en un tarro para que a tu colección ya lo añadas... Pero que mal me siento otro día más, mas no me arrepiento de nada de lo dicho. Tu aliento en mi piel sea la única vida... En mi nuca. Tu pelo me envuelva el sentido de estar tan despierto con lo que siempre aun digo y te digo y repito: ¿Para cuándo te encuentro en algún lugar para mí solo aún esperándome como yo por ti lo hice y aún sigo...? ¿No tiene esto remedio: es mi vida, vivirla el desastre al estar sin ti, sin tu cuerpo abrazarte, agarrarte y herir... Hincarte el diente pero no literalmente: espero me sobrevivas. Eso sí, morderte en la carne tan tierna, dejarte mi marca gravada en la piel tan brillante como un ecosistema que yo investigaré, plagado de vida por cada célula nuestra porque también eres mía; como un sol o diamante que representa toda mi fé en esta vida, y de otra cosa no sé pero cuando yo te hable que de tus amores pasados sólo queden cenizas (que alimenten el nuestro) porque mi pecho se abre para ti, pero en el no hay corazón para darte porque ya te lo di. Ya te lo he dado y es un regalo sin vuelta. Seré olvidadiza... Estás dentro de mí instalada para siempre, indefinida es tu estancia y placer, sea mi cuerpo tu casa segunda: yo te lo cedo por voluntad propia; sea tuya mi vida ya que me puede tanto este amor que muero por verte a mí igual y no hay ya más que decir, de verdad... A donde vayas si te hace falta te protejo, si tú me lo pides; sea nuestra flor libertad solo entre ambos tan bien cuidada: ¿Tú me quieres igual o es solo ilusión mía porque eso podría llevarme al suicidio de amor por mi corazón quebrado en cuatro trozos de nada, de aire, de polvo que yo soplo y recojes para mis deseos guardarlos en un cajón tuyo en tu cuarto que yo quisiera invadir como una sombra en la noche de ahora en adelante secreta, perforada entre los dos con un halo de algo vibrante entre sábanas que mece el viento del trópico como un bálsamo a nuestra sangre imantado, y nunca hubo pregunta más larga, yo solo espero que nada de esto te aburra...? ¿Me quieres, me quieres: dímelo 300.000 veces, por qué ya intentar esquivarnos cuando somos los dos naturalezas muertas futuras como si no nos amemos hoy esta noche hoy a oscuras tentando la suerte de vernos a solas ya de todo el resto del mundo ya sin disimulo atados al vértigo de que nunca para nosotros vaya a amanecer otro día y se cumplan los soles nuestro fruto segando enseguida los años cayendo en los vasos vacíos donde se dibujan tus labios, donde se posan los míos como un pájaro u olvido ya de querer hacer más ninguna otra cosa, que nada me sacia salvo tú si te corres conmigo de la risa a otro lado donde estamos más juntos, y eres tan guapa que erizas cada uno de mis vellos cada vez que entramos en contacto y eso sin tenernos aún cerca, así que imagínate...