A la memoria de mi querido hermano PP Payton, a los 15 días de su descanso eterno
Se apagó tu voz como se apaga la luz en el silencio de la noche,
Se apagó esa mirada risueña y casi de niño,
Se apagó como se apaga la llama de un cerillo amaderado,
Así de fácil…;
Hoy me revuelvo entre mis viejas ideas, las de ayer,
Y no hallo piso firme que sostenga los pasos de mi camino,
Me pregunto si volverás,
Si tus palabras volverán a ser las mismas,
Si tus risas serán también parte de las mías;
Me pregunto si el silencio es como esa luz que ves al final del túnel,
Y si la noche se apaga con el primer rastro de luz por la ventana;
Se apagó tu voz, y con ella se apagaron las palabras,
Y el cerillo amaderado se consumió, como el aire en mis entrañas,
Y de espaldas a este silencio… que no extingue su triste llama;
Tengo una docena de cosas que decirte,
Y más bien que reclamarte,
Pero tus ojos ya tristes y muy cansados,
Adormecen toda ansia de pelear contigo…;
Te fuiste, y con tu partida se apagó tu voz,
Y nos heredaste este silencio tan hueco y lastimero,
Te fuiste dejando el cerillo apagado,
Dejando lejos la alegría de andar peleando,
Llenando de oscura noche al radiante mediodía;
Se apagó tu voz, y tu silencio ahora reposa en un cofre desnudo,
Contigo en el mirar de ese recuerdo,
Mientras te ríes, mientras lloras, y también mientras reclamas;
Se apagó tu voz, pero jamás por ti el recuerdo,
De lo mucho que te amamos pocos,
De lo poco que te quisieron muchos,
Pero sabes algo…?
Se apagó tu voz dejándonos este silencio tan extraño,
Pero jamás dejaré de oírte,
En lo más hondo, de mi ahogado pecho.