Pau Ferovertum

Ad astra

 

Qué show más grande.

El aplauso sin pausa.

El publico te idolatra.

Él no vino.

 

Ya sé que quieres huir

De este escenario luminoso,

Por una vez dejar de fingir

Y tirar al suelo las rosas.

Aguanta. No dejes de sonreír.

No te quites la máscara.

 

Ya está.

Finita la commedia.

Te espera en casa tu propria tragedia

Y nadie más.

Pero lo querías tú misma, ¿no?

Rechazaste a tanta gente

Buscando lo mejor para ti,

Porque la vida es un juego,

Y se juega así.

Hay quien ama y quien se deja amar,

Hay quien pierda y hay quien gana.

Y tú, tan brillante, tan valiente,

Tenías demasiado miedo de ser rechazada.

 

Venga, ábrela.

Tinto seco, tu favorito.

Cuando la botella se quede vacía

Caerás en este vacío

Deseando que no se acabe.

Como Alicia en la madriguera del conejo:

Abajo, abajo, abajo.

Te encontrarás a través del espejo

Y el reflejo que devuelve dirá:

“No te conozco”.

 

La noche es joven.

La juventud está en las calles

Besándose en las sombras,

Y todas las calles llevan tu nombre.

La juventud está en las camas

Buscando las fronteras del cuerpo,

Y todas las sábanas susurran tus letras.

 

La juventud está en los bares.

El vino juega a su favor.

¡Per aspera ad astra, chicos!

¡Un brindis por el futuro prometedor!

 

Y no hay nadie quien les enseñe

Que las estrellas, aunque brillan,

No dan calor.