Que melodía ¡
voz de una diva,
en agonía obscura,
arrullo de
tonadas invisibles
Gateas, sigilosa ocultándote
Me aterras
pero me gusta.
Mi droga.
Enaltecías el terror que
estremecía la luz
que se extinguió.
Presagio del,
conocimiento obscuro
Traspaso sorda,
al ritmo
Me arrastras sin piedad,
a tierras infrahumanas.
Tornas más profundo,
el abismo,
de mis infiernos.
Contigo me transformo
en aquel ángel
infernal
parida del vientre
quimérico de Poe
Mis versos son torpes,
pero fluyen
Mi estructura es bazofia,
pero que importa.
Susurran a mi oído,
no lamento a esquivarlos.
Solo deseo desmayar
en un último suspiro
Y despertar.
en tu lecho
Ensordecer mi vista
Y de nuevo olfatear
tú melodía.