Yo tengo de rosas,
el corazón, el alma,
el presente, el futuro;
entonces,
el jardín perfumado
viste de colores;
mariposas posadas
retozan en sus capullos;
libélulas vuelan rasantes
atraídas por su encanto;
colibríes hermosos
beben de sus néctares;
abejorros zumbantes pululan
a su alrededor;
a lo lejos lucen radiantes
como el sol,
como la sangre,
...
bajo nubes se muestran,
majestuosas, luminosas, espléndidas;
bañadas por el rocío parecen
alegres,
sonríen;
al crepúsculo exhalan
aromas embriagadores,
...
Y por esa rosa
sí,
ninguna otra,
muero.