Lale Neda

SOPLOS AMARGOS

 

Permanencia de soplos amargos

devoran la esperanza de ese pecho

que lucha por renacer

en el monótono y diario tiempo que cruza

por  el aire sucio de la ciudad, la atomiza.

Esos soplos se convierten

en trechos desiertos que van envolviendo

el interior y lo van minando.

Cuando ese jadeo no se esquiva

rompe la psiquis y la voluntad,

envejece a esa nutrida persona

que quiere manifestarse

oculta su imaginación

y su inteligencia se vuelve mezquina.

Así la persona se va ausentando

por estar presa en la monotonía,

quiere saber  si la han extrañado

pero no, puede estar ebria y nadie la nota,

puede arder y nadie la extingue

puede estar desquiciada y nadie la amarra,

 sus huesos seguirán sollozando

porque no ve una salida

y le aterra el silencio

al que la quieren condenar .

 

LIBERATE

 

 

Lale Neda ©