Hoy parece un día más,
Y perece con él mi alma.
El blanco se torna negro,
Y el balance de mi recámara, se desvanece.
¿Qué hice mal?
¿En qué fallé?
¿Por qué me siento tan vacío?
Hoy perdí, aún, siendo la mejor versión de mí.
Este día de mudanza pido a la esperanza,
Haga con mi sol una playa diferente,
Y si la añoranza me alcanza,
Que mesa mi luna como hamaca.
Una playa deshidratada.
Una esperanza desbaratada.
Una añoranza con punta de lanza,
Que arrebata una luz escasa.
Hoy no me salven.
Déjenme sentir el frío.
Déjenme llorar,
Así es como resisto.
Hoy no me cuiden,
Que mis demonios me arrullen.
Que mis gritos no se ahoguen.
Por favor no me levanten.
Si me quieren ver feliz mañana,
Hoy no me levanten de la cama.
Si quieren que me levante de la nada,
Que la nada sea entonces, el color de una mirada.
Para poder sentirme vivo,
Necesito morir siendo yo el motivo,
Pero tú recuerdo sigue vivo,
Y reinicia por ti mis latidos.
Aún no me salven,
Hoy no me salven,
Mañana podrán volver a intentar,
Así que hoy, por solo un momento...
Permítanme renunciar.