Ojos miel, sonrisa tierna,
y rebelde como el mar,
tristeza hay en tu mirar,
una cicatriz interna.
Veo una búsqueda eterna,
por sentir lo que es amar,
y te asusta al encontrar,
a quien en tu alma hoy alterna.
Te pierdes en el umbral,
y son tus propios temores,
que escondes en historial.
Y como tristes errores,
una fachada sensual,
que muestras como favores.