Sentada una tarde, a la orilla del mar, mis sentimientos
volaron hasta ti, y la brisa marina, acariciaba mis mejillas
sentí como en un ensueño, la tersura que tienen tus labios.
Las gaviotas revoloteaban en el aire, como una danza amorosa
que se notaba en todo el cielo, volaban libres, volaban sin penas.
Contemplé aquel bello espectáculo, en un derroche de bellos matices
como antesala, para ser la velada perfecta de los que están enamorados.
Mi mente voló hasta ti, y ya no fue mío, el pensamiento, tú sin estar
presente me envolviste toda, fueron púes mis suspiros al viento, y los
latidos de mi corazón, desbocaban su pasión, triste, porque tú no estabas
Presente, se fueron mis sentimientos a volar, pensando en esta tarde de mar
en donde entre el sol, gaviotas y recuerdo mi amor se fué lejos a volar