La amnesia ciclogénica me regala
el empuje que le urge a mis alas
Entre las cenizas del día resurge
un alma, y atrás deja su jaula ya
Luce ayá, en una nube, tanta lumbre
que mi mirada irradia al estayar
fecunda de la pura yama del amor...
Deseo dominarla, juntar el valor,
olvidar el calor brutal que emana,
y abalanzarme hacia adelante,
abrazar la verdad relampagueante...
Aún ahora recuerdo la sombra
del trueno, el aguacero, la tromba
trás quebrarse la bóveda, los cristales
cayendo yenos de briyantes detayes
ante el fulgor de un Sol que se sale,
toma forma corpórea, pisa la caye...