José Luis Barrientos León

Preludio

 

El delicado urdidor de hilos

entremezcla los colores con serenidad y ternura

entre silencios como velos que se salpican de luna y escarcha

en la noche de diamantes que preludia el alba

 

Nací para ti avanzada la vida

dudando del tiempo que imploraba caricias

que anhelaba tus manos

como la flor el rocío

 

Viví para ti dudando del momento

como el lirio al nacer,

que presiente ser flor para morir siendo cirio

con la paciencia de los años y la impaciencia del tiempo

 

El delicado urdidor de los días

que entrelaza memorias y sueños

como hilandera tejiendo la vida

entre linos, amores y olvidos

 

Reí para ti, como alijada de amores fecundos

como rosas fragantes y hermosas

que se abandonan ingenuas y tersas

al esplendor de floridas primaveras

 

No sufriré por ti, no sufrirás por mi

porque las nubes serán abalorios

para el cielo que cubrió nuestros cuerpos

y el manantial que humecto nuestras almas

porque bendito será el amor que nos dimos

y que nadie vivirá nunca más