El delicado urdidor de hilos
entremezcla los colores con serenidad y ternura
entre silencios como velos que se salpican de luna y escarcha
en la noche de diamantes que preludia el alba
Nací para ti avanzada la vida
dudando del tiempo que imploraba caricias
que anhelaba tus manos
como la flor el rocío
Viví para ti dudando del momento
como el lirio al nacer,
que presiente ser flor para morir siendo cirio
con la paciencia de los años y la impaciencia del tiempo
El delicado urdidor de los días
que entrelaza memorias y sueños
como hilandera tejiendo la vida
entre linos, amores y olvidos
Reí para ti, como alijada de amores fecundos
como rosas fragantes y hermosas
que se abandonan ingenuas y tersas
al esplendor de floridas primaveras
No sufriré por ti, no sufrirás por mi
porque las nubes serán abalorios
para el cielo que cubrió nuestros cuerpos
y el manantial que humecto nuestras almas
porque bendito será el amor que nos dimos
y que nadie vivirá nunca más