Fueron tus piernas la dulce ambrosía
con envoltorio de seda glasé
era su imagen que me seducía,
loco por ellas su néctar libé.
¡Cuán placentero recuerdo aquel día!
de tafetán y de blanco el corsé
de él liberar a tu pecho quería
al ritmo y paso que marca un minué.
En la elegancia de los movimientos
entre gemidos y excelso placer
tersos los cuerpos y suaves los tientos
fuimos amantes por primera vez…
¡Fueron tus piernas tan grata locura,
fue con ternura y fue con timidez!
En su recuerdo pierdo la cordura,
tiembla mi cuerpo, estremece mi piel
es como un sueño que en tiempo perdura
que se repite al libar hoy tu miel.
Es como entonces en tierna dulzura
aunque hoy no sea aquel joven doncel.
Rafael Huertes Lacalle