Jamás los números coinciden en la calle
zumbando las cuentas de lo corriente
como que las escuelas nunca dan detalle
de la realidad callejera mucho más doliente.
Ejemplos muchos que sin libreta no hay comer
la vieja escuela no lo enseña tal vez cuento
le parezca, cambiar costumbres se ha de hacer
para orientar verdaderamente buen conocimiento
de la vida. Los números, como balas de Feria,
siempre digo yo, son esas matemáticas broma
porque no valen... jamás será cosa seria
en este mundo real traidor. Existe un idioma
universal que las cuentas de la vieja escuela
jamás calcula: la asignatura de calle es la vida
total y su experiencia, clave personal de centinela
para esta existencia guerrera, a veces dormida.