Mi cabeza aguda y llena de papeles
que con poca suerte muestra su destreza;
hoy revienta el modo y dicta la limpieza
de tantos archivos en los anaqueles.
Se transforma en tinta pintando troqueles
y sin ademanes frota la locura,
me quedo pensando tanta travesura
que siendo valiente no sirve de nada.
Mis neuronas mueren; la mente agitada
y aún no consigo tallar mi escultura.
Samuel Dixon [25/05/2022]