Carta al mío padrecito
que gustas de predicar
del Pobre tan pobrecito..
y sin un pequeño lar.
Mi Querido padrecito
los pobres, cuestión de voz,
a tu historia me remito
de nuevo escucha tu voz
Al despertar las conciencias
preguntan, ¿dónde anda tu alma?
por detrás vienen las ciencias
pisando fuerte y sin calma.
Con techo, cama y colchón
¿cómo me pides que ayude?
Si de almuerzo un buen lechón
¡tú más rico y nos aludes!
¿Dónde andas moralidad?
¡atada de pies y manos!;
marcha escasa en la ciudad
los ejemplos son en vanos.
Cumple destino padrecito
y porque eres buena gente,
nuestra Iglesia a plebiscito
mirando a Jesús de frente.
Si lo escrito, es blasfemia,
¿no era Jesús hombre pobre?,
es cuestión que más me apremia
con urgencia mando sobre.
Mis postdata padrecito
por el católico rito.
Y Aquél te espera en Palacio,
fuera de envidias y tramas.
Y aquél te espera despacio
aquél del olivo en ramas.
Miachael
26/05/22