José Luis Barrientos León

Heme aquí, suspirando

 

Tu figura a través del aire

sobre prados retoñados

como polen mágico,

fecundando las flores

 

A través del cristal

confirmando la alianza de tus manos puras

convirtiendo el silencio, en hombre y mujer vivos

dotados de hermosura

 

Una silueta, una imagen,

a través de lo sublime,

como seres que aman

y se entrelazan a la distancia,

como la ola que rompe,

y convierte el estruendo

en espuma de anhelos

 

Una efigie sin sombra, como recuerdo a lo lejos

allá donde se besan el cielo y el mar,

donde la nube cobija la montaña,

desgarrando la entraña de la niebla,

con la alegría infinita de una caricia

 

Tu figura, mi figura,

aprendiendo de amores,

olvidando los nombres, en la noche que cae,

asesinando humanidades con latidos de entrega,

 

Provocando el sudor de la ofrenda

como el agua que te seduce por la sed que la incita

cuando mi mano inocente se acerca a tu seno

y tus ojos renuncian a mirar, 

recostada en mi pecho.