Exótica dama
Una dama transcurre el hermoso trópico.
Ella, tierna y casta,
atisba el paisaje,
insurge y modela.
Dama exótica
que expone su silueta
a la intemperie.
La dulce melodia desfila, ecos y alas de placer
retan el viento,
que, ante su ardiente efigie, la refresca.
Nada opaca su luz,
que brilla en
la vicisitud.
Sus ojos de zafiro
ven las entrañas
del tiempo,
que entra sin permiso,
etéreo y sensual,
en su ser.
La estrategia es amar,
brillar al tenerla.
El silencio se poetisa.
El trinar de la pasión
se escucha
y la mañana palpita.
Nada turba su extasis.
Flotan y escalan la cima.