Me miras sin decir nada,
te miro siempre callando,
pero dejo hablar los ojos,
porque no hablan mis manos.
Hablarte así sin palabras
y escuchar en ti el canto,
de abriles que aún no llegan
y besos huérfanos de labios.
Te miro sin decir nada
y al hacerlo vivo soñando,
un amor que crece y espera
y acunarte entre mis brazos.