Soñadora te encuentro y no supones lo que viene.
Tus palabras,
aullidos,
de lo que todavía no comprendes.
Soñadora te encuentro y este mundo devora tus imágenes más puras.
Las manos se toman y el dolor no perdura.
Soñadora te encuentro y el amor no es para siempre.
Hoy ilusión
y mañana
que te cueste.
Los años han pasado
pero mis palabras hoy te escribo:
No hay nada que te frene
mi querida soñadora.
Tan tierna y despistada,
tan dulce y divertida.
Te siento en cada paso.
Es la aventura de la vida.