Otoño
Danza, danza el viento y con su aliento
perfuma boreal la estancia
donde descansa inmerso en la nada… tu cuerpo.
Las hojas que cayeron se quedaron en el suelo
amarillentas , sin el rastro de tu fiel firmamento.
Frío, ¡cuanto frío! congelando el verdor
de tu frondoso aroma, de tu esplendor,
mientras la bruma te cubre los ojos
y no ves el solsticio que nace en mi antojo.
Otoño, tu nombre es otoño,
varado en la soledad del tiempo.
Y te pronuncio dulce en mis labios,
me baño con la lluvia raída de tu campo,
con tus manos amarras las cadenas
que atan de mi halo, la cadencia;
me alejas con la fuerza de tu brisa
y borras con tu ausencia, mi sonrisa.
Otoño que danzas al son de tu frío
te sepultas en tierras amargas,
tus tormentas borran la huella
que deja incesante mi primavera.
Otoño, mi amado otoño perdido
ven y encuentra mi cielo, ¡te lo pido!