Tenía ese presentimiento, y el sueño
que me acosaba en mi mente; hasta
en mi pobre alma, que locura la mía,
que la seguía esperando. Hoy se cumplió,
que la ví; no es la misma mujer
que anhelaba, mejor para mí, porque
iba a caer en pena; la vida que lleva,
causa lástima, y mis sueños
son ahora de dicha y gozo, aunque
estoy solo y gracias a Dios con su
bendición, con el pan a diario.