Al fin seguimos siendo los mismos mi amor. Yo, por ende la misma incoherente, la que todo lo olvida y hace como que ha visto un pájaro volando mientras por detrás un avión está chocando. La pipa en la mano con tinta y papel me parece más pacífica. No voy a seguir queriendo columpios y jardines. Tengo selvas por descubrir. Al fin vamos seguir entrando buscando esa parte que no encontramos. Buscando Dioses falsos. Voy a seguir siendo la misma, mi amor, aunque quizá un poco más rota. Quizá también un poco más tontas. Las cosas que se saben que hacen mal no se hacen me dijiste. Y estoy aquí, sin seguir tu puto consejo. ¡Pero como estraño ese consejo! Como también sangro estas letras. Lo estoy sintiendo tan profundo de mi que no sé en qué punto de mi vida estoy.