Allí donde Mora ínfima La Luna,
Tan alto que no se toca,
O En los rincones mohosos
De algún lugar quejumbroso
placiendo en sombra nocturnal
O bajo el sol enfocando su mirada,
Regando vestidos de lirios rojos
O tejiendo con lana cariñosa de algodón.
En cada sonrisa, sincera y ficticia
En cada abrazo con tacto o de brisa
Se esconde un sentimiento verdadero
Una señal de que alguien nos está queriendo.
En todo mundo, en todo tiempo
En toda estación, en todo momento
En cada café, cada idioma y libreto,
En los sueños soñados con los ojos abiertos.
En todo hay amor, repartido a cientos.