En el atardecer
donde el sol se rinde al mar,
nuestros corazones se despiertan,
eres la melodía suave de tus ojos.
Tus dedos acarician la arena,
y en tus labios se divisa un encuentro,
el ritmo que me guía.
Eres el verso que se extiende en la arena,
y se enreda en las olas del azul
del amor de los coros lejanos,
que no acompañan siempre
en otros brazos,
como trémolos, me abrazan
en el crepúsculo.
Las danzas de los besos, y en tu beso,
encuentro el más hermoso.
en este atardecer, la pasión se funde,
como dos amantes que se funden en canción,
que nos envuelve con su dulce canto,
y en el suave compás,
encontramos nuestro encanto.