Allá donde el sol despierta
te busqué aquella mañana
te busqué por las llanuras
por los valles y sabanas.
Sólo con mi esperanza
salí en busca de tu amor
tú me juraste que existe
con un beso y una flor
y tras la lluvia temprana
el fuego de tu mirada
tierna, impetuosa y amada
¿Recuerdas amor, recuerdas
recuerdas esa mañana?,
¿recuerdas la habitación
de aquella vieja cabaña?,
recuerdas que tu cintura
en mis manos se ocultaba?
mis labios pedían tus besos
y mis ojos tu mirada.
Recuerdas amor, recuerdas,
tu sonrisa iluminada,
y al fondo el amanecer
que entre besos y palabras
se escondía por doquier,
para ver como te amaba
para ser testigo fiel
de un amor que despertaba.
Juntos aquella noche,
compartimos nuestras almas
mientras la luna radiante,
la hermosa noche alumbraba.
Mi hermosa y pequeña niña
entre sueños caminabas
tocando tu piel sentía,
que de verdad te adoraba.
de pronto tu sonreías,
mientras yo te acariciaba,
entre tus sueños yacías
tierna tranquila y callada.
La noche no era infinita,
la madrugada esperaba.
Como un intruso llegó
al filo de la alborada,
irrumpió sin condición
con violencia y hasta rabia,
destruyó la habitación
y aquella vieja cabaña,
era el frio de la muerte
que nuestros pasos rondaba.
Pero el calor de tu piel,
esos besos de tu almohada,
tus ojos de color miel
y aquel amor que te daba
terminaron por lanzar
lejos de la madrugada,
el frio de aquella niebla
densa impetuosa y helada.