Amanecer pensando en ti,
amanecer junto a ti,
con hermosos sonidos
y exquisitos primaverales aromas.
Donde tu corazón es el despertador,
de mi amor por las mañanas
y tus labios el pajarito cantor,
que canta en mi ventana,
posándose en mis labios con esplendor.
Tu cuerpo es la tibia sábana
que me cobija por las noches,
con sensual e inigualable ternura,
que me cubres placenteramente,
y te acomodas en gran envergadura,
así retozamos sutilmente.
Sin dejar entre nuestros cuerpos,
ni la más mínima fisura.
Hasta la esplendorosa mañana,
que dejo trás de sí,
una noche de placer,
y por ende,
un hermoso amanecer.