Yo, por siempre te amaría,
sin medida ni razón,
sin ponerte condición
todo, todo, te daría;
eres dulce melodía
que vive en mi corazón,
siempre pleno de pasión
una interior armonía;
tú, mi auténtica ternura,
ese perenne placer
pleno de fuerza y locura;
siempre te voy a tener
como luz de esta aventura
que le dio vida a mi ser...