Sigo mirando hacia el vacío, hacia la oscuridad que me transporta del pasado al presente y envauca los entresijos de la muerte.
El silencio es como un halcón peregrino que viaja lejos y vuela hasta tu lugar de destino.
Callan los días en cobardía y desgarran cualquier sobresalto que las piedras del alma sostienen.
Sopla la penumbra en mi mente, donde el espíritu perece.
Y llega el fantasma de la luna llena;
—Que incógnita el silencio—
Rasgo el canto de las sirenas que acarician las olas pálidas del océano.
Y el escenario de la vida prosigue y aparece la oscuridad de la vida para desaparecer en el edén de agua y arcilla.
Y suspira el poeta que enajenar el verso y colma la poesía.