MortalCabra

El amor se va con el tiempo

Huye el tiempo del hombre, huye sin saber bien el motivo. Sin conocer su poder, vuela lo más rápido que puede, su voluntad involuntaria se lleva por delante lo que alguna vez con esfuerzo formó; va llorando mientras su fiel amigo, el amor, lo acompaña con la cara ensangrentada, la rodilla lastimada, el corazón herido y cargando en su conciencia una blasfemia publicada en un tal diccionario. Él también acelera el paso, se esconde de todo hombre, no confía en nadie, su ira era como el aleteo de una mariposa y su tristeza como principio de penas, ya que a comparación del tiempo le sobran motivos para correr…después de todo, atrás le estaban matando.

El tiempo solo corre, simplemente acelera mientras le pide perdón a su amiga Gaia por obligarla a ligarse juntamente con su constante desvarío, le pide perdón a esa lágrima del sabio anciano y sus consejos; ella misma se pide perdón por haber llegado al momento sin retorno, por ya no poder parar, por no volver a reír jamás, por no volver a ese día donde la conoció.

El silencio espectando esta tragedia exclama: “               “. Después de ese discurso inflamable, ahora a nadie más le sorprende su indiferencia.

Ellos corriendo, ellos con prisa, se acercan a su principio y en dónde algún día todo termina. Era el amor con el corazón roto muriendo en depresión y el tiempo buscando el final de los tiempos.