Suerte que tiene la Habana,
Con sus ojos glotones
Dandose el gusto de verte
Desandar sus calles y rincones
Suerte la de los transeutes
Que te desconocen
Suerte la de mis piernas que te
respiran y sueñan
Suerte que existe tu palabra
Que invita
Suerte la nuestra que se acumula
Suertudo y complice amor este
Que se multiplica en cada
Jornada