SUPUSE.
Supuse que eras tú cuando te vi por primera vez, y con el tiempo, supe que lo que supuse iba en la dirección correcta, la acertada, la que muchos anhelan, pero que muy pocos se atreven a tomarla, ya sea por miedo a tener miedo o por temor a las distancias.
Supuse enamorarme y hoy sé que lo sabía desde la primera vez y que definitivamente de nada me valía el suponer.