Una voz
¿De qué vive?
Mantener el amor por las apariencias
es como escribir en la arena, el aire hace que se pierda.
El amor no sobrevive de lujos y gemas, de oro o de perlas
pues la belleza exterior se acaba, la verdadera belleza
es la quietud de cualquier tormenta, y vive en el interior.
Por eso se debe procurar llenar el corazón
de quietud y calma, de fortaleza, perdón y paciencia
de toda virtud, respeto mutuo y hacia Dios.
De eso vive por siempre el amor.