Directamente, he roto relaciones
con ese miniestado Vaticano,
porque, después de múltiples gestiones,
que fueron, lamentablemente, en vano,
con los que a cargo están del santoral
y cuantos en el tema meten mano,
-si solo fuera en esto, menos mal-
y, pese a tal esfuerzo sobrehumano,
aún sigues sin tener fijado un día
que fuera, oficialmente ya, tu santo
y siento que así estemos todavía.
Conforme a lo acordado, mientras tanto,
el último de mayo es siempre el día
idóneo para celebrar tu santo.
© Xabier Abando, 31/05/2022