LUCIA Y ROBERTO
El hacía tiempo que no la miraba, a penas despegaba, sus posaderas en el sofá, era tiempo de fútbol. Ella trataba en vano, de llamar su atención, ponerse un perfume nuevo, caminar cada vez más ligera de ropa, pero no surtía efecto.
Se fue un día mientras, él estaba abstraído, con la pantalla pequeña del móvil, diciendo que se había quedado sin leche, para hacer una salsa bechamel, era día de canelones.
Lucía era muy organizada, para la semana, tenía diferentes menús, que había balanceado entre nutrientes y combinar fibra y proteína.
Sin embargo, no lo era para su vida personal, siempre estaba más ocupada con tareas domésticas, acompañar alguna amiga que no se animaba a ir sola el médico. Preparar dulces para sus nietos o los iba a buscar, cuando su hija no podía llegar a tiempo.
Pero su juventud aún no estaba apagada, sentía que se había pasado una vida, cuidando de los otros y su marido a penas,
ponía atención en sí misma. Muchas de sus amigas, amenizaban la cotidianeidad con un amante, el guarda vidas de la piscina, o el entrenador físico del gimnasio. En fin, siempre tenían con quien pasar un rato agradable.
Por más que alguna de ellas había dejado a su marido por su amante, se arrepentían rápidamente porque perdían su estatus económico.Lucía se mantenía en contacto, por más que ya no frecuentaban los mismos lugares.
Siempre se había pensado, que eso no era para ella, algunas lo podían llevarlo bien, así como los hombres también llevaban una doble vida…En este caso Lucia prefería estar tranquila, mas su tranquilidad era pasmosa.
Salió de su casa a comprarse ropa para el verano, eligió esta vez una ropa más ceñida a lo habitual y con un escote pronunciado. Ella a la hora de vestirse era más, de las que priorizaba, la comodidad a la moda, pero decidió dar un cambio a un vestuario más sensual…
Cuando llegó a la casa con un vestido, azul francia, entallado al cuerpo y que dejaba ver sus formas, su marido levantó la mirada.
Y le preguntó-¿qué es nuevo?, no te lo había visto antes.- Ella dejó caer la mirada y con un aire nostálgico, le contestó que hacía tiempo que no lo usaba, nada más y siguió para la recamara a quitarse los zapatos.
El la siguió a la habitación y la abrazó, le dijo :- Lucía hace tiempo que no te veía así tan bonita-, ella sonrió y le dijo que ella era la misma, que era él que no tenía ojos para ella.
El hacía muchos años que la conocía, mas vio un dejo de tristeza en su mirada y la abrazó más fuerte.-sabes que para mi eres la única mujer que amé en mi vida, tal vez, no te lo demuestre muy frecuentemente, porque no es mi caracter , pero no concibo la vida sin ti.
Ella que estaba emocionada, casi hasta las lágrimas, le dijo espera un momento, tengo algo para ti, fue hasta su bolso, extrajo un llavero con un silbato-mira cuando me necesites, no tienes más que hacerlo sonar., no es el del árbitro, así que lo puedes usar cuantas veces quieras-….El se rió, del pequeño silbato y se dio cuenta que sus horas de fútbol, tenían que tener alguna pausa…
Ella había logrado, que sin peleas, como antes solían hacer, se diera cuenta, de la falta de atención que tenía para con ella. Roberto, le dijo:. quiero que con ese vestido tan bonito, salgamos a cenar, a un lindo lugar cerca de la playa donde sirven unos ostrones, como a ti tanto te gustan, como cuando nos conocimos ¿te acuerdas? ……y luego te haré el amor a la orilla del mar, ¿te gusta la idea?…Si me encanta, salvo que con los años, me hace apreciar más la mullidez, de un colchón y no llenarme de arena hasta los lugares más insospechados. –si Robi, me da mucha ilusión la idea de volver a ser amantes….se sonrió para sus adentros y dijo que ojalá dure y no sea solo un sueño de una noche de verano…