Vamos al campo,
dejemos atrás penas
que no son buenas.
Allí, sin prisa,
busquemos amapolas
y margaritas.
Hagamos ramos.
Conjuntos, en el alma,
de gran belleza.
Quiero enseñarte
el vuelo de las garzas
y las gaviotas.
Andarán cerca
de reses y ganados
que estén pastando.
Porque a su lado
encuentran alimentos
para vivir.
Cuando la tarde
se apague en el ocaso
nos volveremos.
Regresaremos
a casa, renovados,
con mil recuerdos.
Y allí seremos
felices los dos juntos
en un abrazo..
Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/22