Sumergiste tus dedos en mi alma
como la raíz de una rosa que provoca vida
tomaste con tus manos mis pensamientos
para escribir poemas al final de cada día
Cuando nuestras puertas estaban con cerrojos
los versos rasgaron las maderas
hasta abrir el pórtico del corazón
para que brotaran rebeldes los latidos
Sumergiste tu alma en la mía
cuando tus pechos estaban secos
y mi humanidad moría
me llevaste, como imagen angelical,
caminando por la plaza de puntillas,
hasta alcanzar los versos de esperanza
del amor cristalino como gota de agua
Sumergiste tus ojos en mi alma
y me leíste con tu sencillez fulgurante
de mujer inmensa como la noche
donde reposan nuestros párpados y anhelos
¿Cómo alejarme de ti? Si nuestra historia
tan solo ha escrito una prosa
Léeme de nuevo para estar vivo
Léeme de nuevo porque muero