Transitamos el tiempo que nos pega en la cara,
Tan divididos como los zapatos, como los guantes.
Transitamos el tiempo como una gran manada;
No el tiempo Singular, sino el tiempo de los Elefantes.
Y la mirada sin brillo es una noche nublada
Y la oreja oculta el oído disimuladamente
Y la palabra es un arlequín llevando una sonrisa helada;
O maquillando el alma en una carcajada.
Nuestra panza enorme hoy se llena de todo;
Mas esa caja boba no alimenta con nada
Y estamos tan hermosos, pintaditos de lobos;
Pero somos locuaces mudos y de mente apagada.
Tan blancos, tan finos, tan indiferentes,
Enormes transitamos, ¿y dónde quedaron las hormigas?
El mundo con su domo es tan inteligente.
¿Olvidamos el camino por no seguir las migas?
Transitamos nuevos pasos de tantos horizontes,
Con la solemnidad fantasma de una palabra rota
Y somos elefantes retozando en los montes,
Con la trompa cerrando, lo que habita en la boca.