Pretérito perfecto de un tiempo sustantivo;
que miles de acepciones no pueden definirlo,
una hermosa promesa que aún no se ha cumplido;
nuestro amor es un verbo de presente continuo.
Con el paso del tiempo se ha vuelto un adjetivo,
y decir que te amo, es pronombre de vivo.
Un adverbio de vida, que ha parido un latido,
que estalla entre dos almas, con un libre albedrio.
Conjunción de momentos con perfume de estíos;
un secreto a mil voces que se cuenta al oído,
y una historia infinita sin sabores fingidos;
Nuestro amor es por siempre; antónimo de olvido.