He faltado días a mi presencia,
y aun siento las secuelas de cómo pasan los días y no siento en mi revivir na,
camino sin moverme por los surcos de paisajes decaídos,
y aún en la penumbra sigo buscando la libertad,
¿cómo es posible que la arena borrará mi nombre?
y porque no recuerdo lo magnifico que fui,
le he dicho a todos los que escuchan, que se “quién soy”,
pero ¿quién soy?, he perdido tal esencia que me caracteriza,
vago en vagones de recuerdos que me debilitan,
y siento como una onda sube el volumen de las voces que quieren terminar con mi vida,
pero les digo que no estoy,
Puedo describir el sonido caer de los rocíos de un árbol primaveral,
puedo tratar de ocultarme en la noche más efímera y oscura,
pero no puedo ocultar el dolor que se ve reflejado en mí,
Alguna vez fui tan magnifica como el atardecer,
pero siento que he traicionado sus colores,
que la larga espera de regresar a lo que fui, me está matando,
ya no puedo continuar,
Renuncio a mí.
Tengo el corazón pulverizado,
los ojos hinchados y un cuchillo en mi mano,
mi cabeza me grita que saque el dolor que siento dentro,
pero mi cuerpo no desea hacerme daño.
Renuncio a mí,
A la persona que fui hace 3000 segundos,
Al dolor que sentí por sus tantas ausencias,
a este estúpido corazón que sigue a la espera de quienes no la recuerdan,
me digo adiós a mí.