No importa cuántas estrellas
Se peguen en el techo nocturno,
No son suficientes al pedir estar contigo.
Me faltaron poemas y sonrisas
Historias, planes... Libros.
Ahora estoy sola, y el clima es frío.
Así que me siento en la azotea y
Sólo escribo y escribo...
Busco soluciones a los errores sin motivos.
La Luna pálida, mis dedos entumecidos,
Pienso... Y pienso... Te echo de menos.
Aunque prácticamente no te he conocido.
Al abrime tu corazón aquella noche
Sentí que perdí la mitad del alma.
No por el amor ... No por los malos entendidos.
Si no porque ambos sufrimos.
El corazón duele, lo sostengo en las manos
Y lo acaricio. Pero nada se compara
A la calidez que sentia cuando dormías en él. Te necesito.