Acertaron los auríspices,
Aunque sonaba a extraño.
Era verosímil.
Por la derecha o por la izquierda
La pequeñez se agranda.
Era verosímil.
La bruticie vestía de lujo
En cualquier latitud.
Era verosímil
En la pantalla vestían,
Mientras por dentro sentían.
Era verosímil.
Quienes más, deliraban;
Quienes menos, penaban.
Era verosímil.
No se sabe de donde sale el corcel,
Ni como maneja el artista el pincel;
Porque el más notable permanece infiel,