José Luis Barrientos León

Lo que éramos

 

El amor entre ellos nunca superó el uno al otro

 

Sus nombres se confundieron,

trocaron a sonidos y cantos

cambiaron, transmutan a figuras y anhelos

 

Sus pies caminaron sobre mares

volaron libres sobre montañas

iluminaron estrellas, hasta decorar la noche

 

Sus manos desnudaron el césped

contaron la oscuridad de la noche

que los unía en gemidos y latidos

 

Sus ojos se asemejan al horizonte

que les marcaba senderos

entre flores y primaveras

 

Sus labios dibujaban deseos

unían lo desunido, evocando torsos

besando las espaldas, despertando sonrisas

que fulguraban en sus bocas

 

Sus corazones aceptaban las culpas de sus latidos

que brotaban como tormentas de amor

en el desierto despojado de ardor y deseo

inundaron el alba de nácar y anhelos

asesinaron razones, revivieron pasiones

 

Anoche, recordé tu nombre y pronuncié el mío

agriete mi entraña y brotó tu sangre

desnude mi alma y emergió la tuya

cerré mis ojos y nació tu imagen

bese mi sombra y anide en tu boca