Apetece caminar por estas sendas de peregrinos,
de caminantes y ciudadanos del mundo desapegados de rutinas y frivolidades.
Apetece llenar la vida de cálidos colores.
Apetece empaparse del verde de los prados y las montañas, de las orillas del Camino con flores silvestres, regalando generosas su rico aroma.
Apetece huir de tanta oscuridad, de la realidad axfisiante que nos rodea, de la tristeza que no se supera.
Apetece compartir la palabra que abraza, reconforta, anima y seda.
Apetece sentir la paz y el silencio de los bellos caminos, la brisa acariciando.
Apetece pararse a ver las gotas de rocio posadas en las ramas brillando.
Apetece reir, soñar, saltar, pararse a contemplar.
03/06/2022