Hace mucho no veía lágrimas recorrer sus mejillas, sus ojos no de tristeza, más casi siento que fueron de una gran dicha y alegría. Hace mucho que no causaba en ella una emoción descomunal, no estuve presente pero me sentí realizado cuando pude dar felicidad a quien por casi un año a sufrido en soledad.
Soy tan fuerte al momento de sentir ganas de llorar, soy un roble cuando se trata de emociones fuertes, pero siento, y porque siento es que me da nostalgia, siento tristeza y en el fondo ganas de siempre amar. Siento y sentí que aunque me sienta en soledad, siento tanto al ver a quien me importa lleno de felicidad.
Lágrimas en sus ojos vi una a una, cual cascadas en ella se convirtieron llenando así un río en sequía, y como por arte de magia calmo la sed de un alma sedienta. Sus lágrimas me volvieron sumiso he inquebrantable, su amor sentí crecer y su orgullo aún más grande.
Ese sentimiento se volvió indescriptible, no hay palabra alguna que pueda tan siquiera ser expresado, más con lagrimas en los ojos dice todo, su forma tan natural y sincera en el rostro y un suspiro de gratitud que a cualquier mortal e inmortal rasgaría al corazón.
Henry Ruiz
04 DE JUNIO 2022
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