Lourdes Aguilar

PLUVIOFILIA

Cae la lluvia empapando tu cuerpo erguido 

En el bosque tan oscuro que corona tu rostro 

Quién supiera todo lo que escondes ahí dentro 

Ahí de donde entre mis dedos sigilosos escapan  gorriones 

Las gotas golpean tus ojos a veces incandescentes 

Al mirarte así distraído parecen zafiros 

 

Golpean las gotas tu boca que ansiosa yo paladeo  

De donde procede un néctar que nunca se acaba 

Y cada chorro que por tu barbilla baja me encela 

Me encela verte la tela delgada que a tu silueta se adhiere 

Es la epifanía del Deva en su terrenal excursión 

El petricor Incita a mis manos resbalar por sus formas 

Bajar de tus hombros grabando con mis uñas 

En tu espalda amplios surcos, iniciando un rito 

Y con delicadas cosquillas exaltar la sangre en tus venas 

 

Enchina mi piel cuando me acorralan tus brazos 

Y los ríos que caen en mi ocasionan descargas 

Mas abundante que esa lluvia son las punzadas 

Que enervan mi anhelo 

De sentir ajustarse en tus muslos mis caderas vibrantes 

Y atenazar con furor en tus manos mis pechos 

Rayos y ríos despiertan tu miembro codicioso y henchido 

Rayos y ríos cuando lo siento agitarse en mi vientre 

Hasta que en su frenético vaivén mi ser en el tuyo se funda 

Y nos lleve potente a esos cielos 

Donde los osados amantes desvelaron 

En un instante, de la pasión todos sus arcanos