Despiertas y tu mente es prisionera,
su dulce voz que atrapa y te domina,
sutil tu voluntad ella declina,
no está fácil alcance de cualquiera.
Mirada penetrante de guerrera,
sus labios color rojo coralina,
perfume con aroma a mandarina,
la música al compás de su cadera.
Es dueña de una mística energía,
por eso la hechicera unos la llaman,
carisma que ella irradia todo el día.
Atrapa siempre a todos los que claman,
algunos consideran brujería,
es sólo ella una dama que difaman.