Hay destinos peores que la muerte
un ejemplo, es no ver tu sonrisa
nunca más, ver de tus ojos crearse
solo caminos de agua que descienden
hasta llegar a mi deseo.
Hay destinos peores que la muerte
por ejemplo escuchar como poco a
poco tu risa se apaga para no
sonar jamás.
Hay destinos peores que la muerte
por ejemplo que me obliguen a
olvidarme de ti, aunque si eso pasara
no podría hacerlo ya que no
solo te llevo en la memoria
sino también en mí, en mi corazón
y en mi alma.
¿Hay destinos peores que la muerte?
Nadie sabe.
Pero al menos para mí
es perderte.